UN MILAGRO GUADALUPANO
UN MILAGRO GUADALUPANO
Cada año celebramos el milagro de las apariciones de María de Guadalupe y cada vez sentimos más cercana su presencia entre nosotros. Esto debido a la unión con la festividad con el misterio del nacimiento de Cristo. Es decir primero se nos presenta a la Madre, para que ella nos muestre al Salvador.
Por eso la sentimos tan cercana, porque es madre del único que nos ha dado la Nueva Vida.
El 12 de diciembre se convierte, no sólo para el mexicano sino para todos aquellos que veneran la sagrada imagen, en un signo de fe y esperanza. Pues con la sencillez de su rostro, con el amor de su mirada, con la ternura de una madre nos da motivos para creer y seguir esperando el advenimiento de tiempos mejores.
Por eso pensamos que el milagro sigue vivo. A pesar que muchas voces se levantan gritando que no creen en Dios y en la Virgen Santísima, que viven sin tener en cuenta a Dios, que buscan con desmedida y desorden el dinero, el poder, donde el pecado y la muerte parecen haber triunfado, en medio de todo, esto surge el milagro guadalupano: gracias a esta imagen miles de personas han cambiado sus vidas, han recibido la gracia abundante que necesitaban para enderezar sus caminos, dejar de hacer el mal y procurar el bien a sus semejantes.
En medio de la situación crítica que nos ha tocado vivir en nuestra querida ciudad pidamos por la conversión de nuestros corazones y la de las personas que viven en las tinieblas del pecado.
Madre Santísima
Sigue obrando milagros en medio de nosotros
Te lo piden tus hijos necesitados.
PBRO. CLAUDIO O. JIMÉNEZ BENAVIDES.
P Á R R O C O
